Halo, en mi ipod

El autobús venía casi vacío, pero Ivette iba de pie, con su vestido rojo de Santa Claus, pegado y cortito, con remates de peluche blanco, cinturón ancho, negro y flojo cayendo en sus caderas; sin medias y zapatos negros, no muy bonitos, pero altísimos. Luego me enseñaría que el gorrito lo traía en su mochila … Sigue leyendo Halo, en mi ipod

Tres

Julio sabía de mis encuentros con Selma desde la prepa y la universidad. Supongo que ya se lo imaginaba, pero el día en que se lo conté sonrió sin juzgarme, y me hizo, por primera vez visualizarme por mucho tiempo con un hombre. Con el tiempo le platiqué de Selma, de Gabriel, de Lulú; incluso … Sigue leyendo Tres

El fauno

En el librero de mi abuela hallé un libro de Faunos, Sátiros y Silenos. Al hojearlo vi por primera vez un sinfín de ilustraciones hermosas y coloridas, pero terribles al mismo tiempo: seres semihumanos saciando su lujuria con mujeres desnudas en la mitad del bosque. Yo tenía trece años y mi primera reacción fue devolver … Sigue leyendo El fauno

La cadena de ADN

Todavía estaba dejando mi mochila en la butaca cuando Azalea se acercó y me dijo al oído que necesitaba de mi ayuda, porque un chico de tercero se la quería coger y ella también tenía ganas. La miré sin saber si la había escuchado bien, y ella fue más específica: «a la hora del descanso … Sigue leyendo La cadena de ADN

Observada

Me siento observada, siempre me he sentido observada. La primera vez que tuve una fantasía con Gil fue doblemente reprochable. Me afectó, me hizo ruborizarme y se quedó grabada en mi memoria. Y la verdad, no era para menos. Mi hermana se casó con Gil un mediodía de agosto, lleno de flores y de sol. … Sigue leyendo Observada

Contra la ventana

Te estoy mirando desde la ventana de tu vecina. Esa que sabe que cuando estás solo te sientas desnudo a mirar quién sabe qué cosas en tu computadora portátil blanca. Ella se excita a medias, porque en realidad lo que la pone son las chicas; pero aún así me cuenta de ti, de tu desnudez, … Sigue leyendo Contra la ventana

Las apariencias engañan

Día uno. Las apariencias suelen engañar. Trabajo con audífonos puestos para que nadie me hable, para escucharles si quiero husmear, para evadirme si necesito dejar de pensar. Mientras diseño la fuente tipográfica que me han confiado para un cliente importante, reviso mis correos y me paseo por alguno que otro blog; y luego vuelvo a … Sigue leyendo Las apariencias engañan

Persecución

Amanecí observándola. Ella iba casi sin ropa, en lencería y un abrigo abierto que mostraba más que proteger, y yo la veía indestructible y frágil, ajena y cercana. De alguna manera me parecía familiar verla caminar, huyendo entre el tráfico de las mañanas en Nueva York. El perseguidor salió a buscarla y yo me fui … Sigue leyendo Persecución

El trono de la Reina

Sonó el timbre del recreo y salí del salón corriendo para ganar lugar, y trepar el asta bandera del patio. Yo no era ágil y nunca había estado cerca de despegarme del piso para ver la fuente de la casa de al lado, la que veían quienes eran capaces de subir hasta medio poste; pero … Sigue leyendo El trono de la Reina

Sus bragas de encaje lilas y sus 7 centímetros de pene

Lo vi cuando extendió su mano para saludar a alguien de la multitud que éramos en el museo. El suéter se le recorrió y pude notar sus brazos blancos y delgados. No correspondían a su condición de hombre, tal vez fue eso lo que llamó mi atención. Abría muy poco la boca al hablar, era … Sigue leyendo Sus bragas de encaje lilas y sus 7 centímetros de pene